Fue descrito en 1895 por lord Rothschild, que se lo dedicó a D. Lyall, guardián del faro de la isla Stephen, situada entre las dos islas de Nueva Zelanda. Sobre este islote rocoso vivía el xenicus de Lyall, únicamente allí.
Se conocen en total trece especímenes de este xenicus, que fueron todos llevados al faro por el gato -llamado Tibbles- del guardián.
Por una suerte increíble, este guardián se interesaba por los pájaros y tuvo la buena idea de disecar todos aquellos cadáveres para enviarlos después a eminentes ornitólogos, entre ellos lord Rothschild, que recibió ocho ejemplares.
Lo que resultaba absolutamente inverosímil es que el hecho de que todos los xenicus de la isla Stephen fueran cazados por el gato del guardián ya que, aparte de los que este felino llevó a su hogar, una cantidad indefinida de estos pájaros fueron comidos por por el animal.
Hasta el momento todas las tentativas hechas por los especialistas para tratar de descubrir algún xenicus “olvidado” por el gato han sido inútiles.
Ha sido preciso, dados los hechos, rendirse a la evidencia de que el fue exterminado y desapareció del mundo en el preciso momento de su descubrimiento.
Evidentemente, no se sabe nada acerca de las costumbres ni de la reproducción del xenicus de Lyall, descontando el hecho de que esta ave debía ser incapaz de volar, o, si podía hacerlo, debía de mostrarse reticente a emprender el vuelo, puesto que, de no ser así, el gato habría tenido más dificultades para capturar y exterminar a toda la población.
Fuente: http://frikinai.spaces.live.com/blog/cns!F0367A5C0E92BBCD!7666.entry
Vaya! curiosa historia. la desconocía por completo.
ResponderEliminarUn saludo
Es curioso que un insignificante gato, se pueda cargar una especie.
ResponderEliminarAhora comprendo mejor el dicho: “efecto mariposa”
Saludos