sábado, 23 de octubre de 2010

¡FUE UN MILAGRO DE LA NATURALEZA!

El Árbol de Teneré era una solitaria acacia, el único dentro de uno de los mayores desiertos del mundo. Aislado en una inmensa zona desértica de 400 km a la redonda, los Tuaregs lo tenían como  punto de referencia para sus  caravanas que atravesaban la región del Teneré en el Sahara, al noreste de Nigeria.

                                   La acacia solitaria en 1939, la imagen más antigua
                                       que se conserva del árbol. La foto fue tomada
                                              por el comandante Michel Lessourd.


El Árbol del Teneré en 1970.

Último superviviente o milagro de un grupo de arboles que crecieron cuando el desierto era menos seco.
El árbol permaneció aislado por décadas. Durante el invierno de 1938 a 1939 se cavó un pozo cerca del árbol y se encontró que sus raíces alcanzaban un manto freático ubicado entre 33 y 36 metros de profundidad.
¿Cómo pudo sobrevivir a pesar de las multitudes de camellos que pasaban a su lado?, ¿cómo nadie permitió que algún camello comiera sus hojas y espinas?, ¿por qué ningún Tuareg que dirigía las caravanas de sal, cortó sus ramas para encender fogatas?
La respuesta es que el árbol era tabú y fue considerado como tal por los caravaneros.
El árbol fue golpeado por un camión conducido por un chófer libio borracho en 1973. El 8 de noviembre de 1973 el árbol derribado fue trasladado al Museo Nacional de Níger, en su capital Niamey

6 comentarios:

  1. Gracias por compartir esta historia. Es preciosa y me resulta muy inspiradora, el germen de un libro o un relato...
    Saludos

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  2. Al final, el árbol sigue vivo entonces no? Un superviviente, desde luego.

    Muy interesante noticia. Un saludo.

    http://areku-desingblog.blogspot.com

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  3. Silvia, muchas gracias por tu comentario.
    Espero que los pocos árboles que teneños en España, centenarios o protegidos por otras razones no tenga la misma suerte que la acacia.
    Buen fin de semana.

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  4. Alex, en su lugar ha puesto un árbol simbólico porque es inviable plantar otro, y me imagino como punto de referencia, ya que la acacia aparecía en los mapas de carretera como un caso excepcional.
    Buen fin de semana.

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  5. Seguro que para los pocos transeutes del desierto era ademas de punto de referencia, un talismán proveedor de buena estrella.

    Muy bonita la historia.

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  6. Mar, cuantas historias escucharía el árbol…
    Cuanta compañía para los náufragos de las arenas, en ese mar de espejismo y soledad.
    Saludos.

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